Observando su fachada de marquetería azul de Prusia bien podríamos estar en una de las muchas librerías ubicadas en la rive gauche del Sena, frente a Notre Dame, pero no, estamos en el corazón de Buñol (Valencia) en La librería de Doña Leo, un antiguo obrador reconvertido desde hace algo más de dos años en el kilómetro cero de la felicidad de su propietario, Máximo Huerta.
Todo en Doña Leo está pensado y cuidado al detalle. Su enorme ventanal azul, sus estanterías negras hasta el techo, sus mesas de madera repletas de libros, el tocador años veinte de la tía Gregoria o la original lámpara de araña de cuentas azules que le regaló su madre Clara.
La librería de Doña Leo, fue la primera librería de la localidad valenciana de Buñol, nació el 10 de enero de 2023 y se ha ganado un hueco entre las librerías con encanto repartidas por el mundo como Shakespeare and Company en París o Lello en Oporto, que las convierten en lugares de obligada visita.

El escritor y periodista valenciano Máximo Huerta es el alma del proyecto que compagina junto con el cuidado de su madre Clara y su vuelta, diez años después, al programa de Ana Rosa como colaborador de crónica social en la sección, El Aperitivo.
En la puerta de la librería nos da la bienvenida la escultura de doña Leo, creada por el artista Emilio Tamarit. Doña Leo, conocida como Leocadia, es la mascota del escritor, un cachorro adoptado que apareció sin rumbo en las navidades del 2010 y pronto se hizo un hueco en el corazón de Máximo. Doce años más tarde se ha convertido en Doña Leo, la insignia de la librería, el guardián de las palabras.
Nunca faltan flores frescas junto a los libros amontonados en las estanterías, el aroma a lirios se mezcla con el del papel nuevo y viejo, en las baldas superiores Máximo guarda los libros de su madre; la pequeña biblioteca que ha sobrevivido a las mudanzas y que ya tiene su espacio en Doña Leo.

Y sobre las mesas de madera, el último libro de Huerta: Mi pequeña librería, la historia de un viaje en el tiempo donde el escritor regresa a Buñol para cuidar de su madre enferma y los recuerdos le trasportan a su infancia dando origen al nacimiento, de dos, de sus proyectos más personales: la librería y el libro que cuenta la historia de la librería.
Montar la primera librería de tu pueblo, que tenga el nombre de tu perro y que años después se convierta en un libro, es un proyecto muy personal.